Si no fuera por que estoy sentada, posiblemente me caería al piso de lo vulnerable que me siento, pero me limito a tragarme el nudo de la garganta e intentar ser amable.
-¿Algun consejo para la arena? - Le pregunto a Lady, la anciana.
-Ya te lo dije, no se separen, y siempre diriganse al agua, nunca a las armas, no intentes pelear contra los profecionales, que no se te ocurra siquiera, por más odio que tengas.
Cada palabra que dice, entra y sale por mis orejas, no puedo pensar en nada más que la imagen de mi novio dejandome sola, dejandome morir. ¿Cuanto de lo que viví ayer fue real? ¿En que momento me dormí? Y no puedo evitar desear despertarme otra vez, en mi casa, con mi padre y mi madre, con la gente que amo. No quiero morir, no quiero perderlo todo. Nunca me di siquiera tiempo para pensar en morir, siempre pensé en alimentar y mantener viva a mi familia, en ser feliz.. Junto a el.
Hoy voy a conocer a el joven que va a ser mi estilista, pero antes de eso tengo que prepararme, no se que me van a hacer, no se quién voy a ser cuando esto termine. Tengo miedo, no quiero que me conviertan en otra persona, no quiero ser un arma del capitolio. No quiero matar a gente con la que me podría llevar bien. Quiero irme a casa, quiero irme de aquí.
Miro por la ventana y puedo ver que estamos por entrar a un túnel, supongo que debe ser el famoso Capitolio, el lugar de donde sale la gente tan extraña.
Escucho un gemido de dolor, me aletro. Viene del cuarto de Sílon, y se escucha como si le estuvieran clavando algo.
Salgo corriendo hacia su cuarto sin pensarlo, abro la puerta y lo veo: Esta tirado en su cama, con los ojos cerrados, transpirado y dando vueltas y gimiendo, claramente esta teniendo un mal sueño, y ya no se si asercarme a el o no... Ya no se si me ama.
Me siento con cuidado al borde de su cama y entono la dulce canción que cantaba mi mamá para dormir, la que nos cantaban en casa a los chicos con hambre, a los que nos cuesta dormir por que nos ruge el estómago. Entonces Sílon se calla y se queda quieto, veo como deja de hacer fuerza con los puños y es como si su cuerpo empezara a relajarse, lo beso con cuidado, sin despertarlo y me quedo casi una hora acariciandole el pelo.
Siempre que algo malo esta pasando Sílon duerme, por mas de que sean las diez de la mañana, el esta transitando un sueño profundo, y no puedo evitar largarme a llorar otra vez, lo extraño, extraño como era el hace dos días, cuando me pedía que no tenga miedo.
El tren para y antes de que el despierte me voy corriendo a mi cuarto, y cuando Levys entra ya estoy tirada haciendome la dormida.
-Levantate pequeña, ya llegamos a casa.
Y cuando dice "casa" no puedo evitar querer apuñalarla, entonces me levanto con los ojos llenos de lágrimas de furia, la agarro de la remera y le grito:
-ESTA NO ES MI CASA, y nunca lo va a ser, ¡Esta lleno de gente inútil que cree que los juegos del hambre deberían festejarse, como vos!
Levys esta petrificada, toca un botón y dos agentes de la paz me agarran de los brazos y me llevan a la salida del tren, escucho a Levys decir:
-Esta chica va a ser buena en la arena.
Y cuando salgo de el tren veo todo, la ciudad mas increíble que vi en mi vida, llena de dorado y edificios y gente de colores, es el lugar más alucinante que vi en mi vida, puedo ver los autos y la ropa de los millonarios y decirme -ni aunque juntara plata toda mi vida podría comprar ese tapado- no tengo más palabras para describirlo, es... Inimaginable.
Sílon baja y se para a mi lado, boquiabierto, y susurra algo que no llego a escuchar. Tiene los ojos rojizos por llorar, el es tan sensible como yo.
Nos metemos en el edificio central de los juegos, es alto y tiene un asensor con 12 pisos, es de cristal y eso me maravilla, puedo ver toda la ciudad. Con nosotros entran dos tributos mas, que supongo que seran del distrito 12 por su piel aceitunada y sus ojos grises. Son muy flacos, más que yo, y tienen la cara demacrada y ojerosa, pero no tienen más de 17 años, bueno, por lo menos el chico, por que la chica parece de menos de 14. Ambos me miran desganados con los ojos rojos de llorar y por su cara supongo que solo desean morir lo más rapido posible.
Pobres criaturas.
Toco el botón 11, y ellos el 12, el ascensor sube con mucha velocidad y llego en pocos segundos, en la puerta me esperan un grupo de estilistas, uno de ellos tiene la piel mas blanca que una hoja de escribir y el pelo color fucsia, otra tiene la cara cubierta de tatuajes y unos extraños bigotes de gato, y es pelada, eso me impresiona por que en la cabeza tiene como si fueran orejas, me da arcadas. Y los otros dos parecen gemelos, son altos, casi de 2 metros, y delgadísimos, usan ropas de colores y la piel dorada, me aterran.
Uno de los gemelos me toma la mano y con un tono dulce me hace pasar a una sala blanca con una camilla y una bañadera, yo miro hacia atras buscando a Sílon, pero el ya se retiro con sus estilistas.
Los gemelos se llamas Chaz y Plumber, y me tratan con emoción, me preguntan todo de mi vida y me felicitan por los juegos. Yo sonrío, por que son las primeras personas que me hablaron con amabilidad en todo el viaje, les cuento todo, por que se que después de morir no quedara nadie que me escuche. Chaz me depila todo el cuerpo con un liquido mucoso muy repulsivo mientras Plumber me arregla las uñas. Luego me hacen quitarme la ropa interior, lo cual me averguenza mucho, y me meto en la bañadera, que tiene adentro un liquido como un puré, que me deja la piel suave y brillante. Al salir me peinan y me dejan tener el pelo erizado, como es natural.
Me dan una bata y espero a la persona que va a crear mis trajes.
Después de diez minutos entra una mujer, no tiene más de 23 años y es alta y delgada, con el pelo blanco y los ojos más verdes que ví, su piel es de un color parecido a la crema con un toque de color rosa, casi piel, y usa un vestido negro con encaje fucsia, es muy bonita para ser del Capitolio, sus ojos son increíbles.
-Hola Glow, mi nombre es Edger, y voy a ser tu estilista estos cinco días, cuentame como te trata el Capitolio.
-Fuera de que me quieren ver morir, bien, la comida en increíble, nunca vi tanta en mi vida.
-No te queremos ver morir.
-Hablo de Snow.
-Ah... -Cambia de tema rapidamente- ¿Qué me dices si te cuento que este año el traje va a ser hermoso?
-No te creo. Me comentaron que en el distrito 12 van a ir desnudos y cubiertos de carbón. No nos hagas eso por favor.
-No, sus trajes van a ser verdes como las hojas de los árboles y van a tener detalles de los colores de las frutas que recolectan.
-Asqueroso - Susurro.
-¡No digas eso!
Entonces Edger saca el vestido de una caja, es muy pequeño y ajustado, con relleno en el pecho y es de un verde deslumbrante, con piedras rojas, amarrillas, violetas y rosas. Es el vestido más feo que vi en mi vida, pero no me importa, por que voy a morir.